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28 enero 2021
Para sacar el máximo rendimiento a las horas de estudio y obtener los mejores resultados, los estudiantes disponen de herramientas y procedimientos entre los que pueden elegir y así, crear la estrategia de estudio que mejor se adaptan a sus capacidades y necesidades.
Una de ellas son las llamadas técnicas de estudio. ¿Quieres conocerlas? ¡Sigue leyendo!
Son herramientas, estrategias o métodos, aplicables a cualquier nivel de formación, a través de las cuales es posible abordar el estudio de las materias para facilitar su aprendizaje y comprensión.
Además si estas las combinas con otras como pueden ser las técnicas para conseguir una mayor concentración, te aseguramos que notarás la diferencia.
Existen diferentes técnicas de estudio, cada una de ellas enfocada a la mejora del rendimiento en un área concreta que cada alumno puede utilizar en función de la metodología que le resulte más eficaz y satisfactoria.
Los apuntes son la primera toma de contacto con la materia de estudio. Tomar apuntes correctamente es casi un arte pero hacerlo bien será un punto de inicio positivo a tu favor en el proceso de estudio.
Este es el punto en el que todo estudiante cree que va sobrado. Ahí viene el “pero”: no se trata de saber leer (si has llegado hasta aquí es obvio que sabes de qué va el tema) sino de mejorar la comprensión lectora a una mayor velocidad de lectura.
La comprensión lectora es la capacidad de entender aquello que leemos de forma que comprendamos su significado global dentro del contexto. Y la velocidad de lectura, la cantidad de palabras que podemos leer en un minuto.
Por tanto, si mejoramos ambas tendremos el éxito asegurado.
Se trata de seleccionar la información relevante de aquello que estamos estudiando a través de bloques de información más concreta. Las mejores técnicas de estudio para sintetizar la información son:
Consiste en una lectura del texto de forma activa y el posterior subrayado del contenido más importante para obtener un documento más corto que contenga la información relevante.
Se trata de una representación gráfica de las ideas fundamentales del texto y representa las relaciones entre los diferentes conceptos.
Son similares a los esquemas ya que, desde una idea central, se asocian diferentes conceptos relacionados con la misma. Son muy visuales y reflejan la relación existente de toda la información que contienen.
Son una de las mejores y más divertidas herramientas de síntesis. Tienen un concepto o pregunta por una de sus caras y por la otra la explicación más elaborada. Incluso puedes cambiar los conceptos por dibujos.
Existen diferentes herramientas para guardar la información, pero su efectividad dependerá de que las pruebes y decidas cuál se adapta mejor a tu manera de estudiar.
Además de estas técnicas, ¿sabías que hay alimentos especialmente recomendados para los estudiantes? El tipo de alimentación y estilo de vida que lleves puede hacer que mejore tu capacidad de memorización y concentración, tenlo en cuenta.
Las principales técnicas de estudio para memorizar son las reglas mnemotécnicas, el palacio de la memoria, la técnica Feynman, la técnica SQ4R o la memorización mediante historias:
Están basadas en la asociación de conceptos e información y permite almacenar una mayor cantidad de datos mediante gamificación; es decir, memorizar mediante canciones, dibujos, juegos de palabras, acrónimos, etc.
También llamado método LOCI, basa su sistema en recordar ubicando elementos u objetos en un lugar concreto y recurrir a su recuerdo mediante la imagen visual de su ubicación.
Es un método de 4 pasos que consiste en leer de forma activa los textos de estudio y tratar de explicarlo de forma simple y asequible, como si nos estuviéramos dirigiendo a un niño.
Se aplica en diferentes fases: visualizar el material, plantear dudas y buscar respuestas, explicar el texto leído y repasar el contenido, de forma que se consigue un aprendizaje de memorización eficiente.
Es muy útil para retener en nuestra mente listados, enumeraciones o epígrafes, por ejemplo. Consiste en crear una historia propia, inventada, fantástica e inverosímil utilizando dichos conceptos en orden.
Organizar y planificar el proceso de estudio dará resultados más productivos a tu esfuerzo. De hecho, saber cómo organizar tu tiempo y tareas puede marcar la diferencia tanto en el proceso como en los resultados.
Para conseguirlo, te aconsejamos que empieces creando un calendario de estudios y aprovechando el tiempo mediante la técnica de estudio Pomodoro.
En un calendario de estudio puedes visualizar el total de horas disponibles para el estudio, cuándo tienes que realizar una entrega de trabajos, qué día son los exámenes y dividir las horas disponibles para el estudio de cada materia.
La conocida técnica de estudio de Pomodoro es una herramienta de gestión que divide el tiempo de estudio en períodos de atención y descanso en bloques (pomodoros) de 20 o 30 minutos de actividad intensa con intervalos de descanso de 5 minutos, añadiendo un descanso mayor de 20 a 30 minutos cada 4 bloques de estudio.
Hay multitud de técnicas de estudio y en tu mano está ponerlas en práctica. En Campus Cámara FP te asesoramos y ayudamos para que encuentres la que te resulta más efectiva y te ayude a mejorar tus resultados.
En nuestro blog podrás encontrar más tips para sacarle el máximo rendimiento a tus horas de estudio. ¿Quieres que profundicemos más en alguna de las técnicas? ¡Cuenta, cuenta!